La toma de protesta del gobernador Manolo Jiménez Salinas fue un evento sobrio y prometedor. Las expectativas de este sexenio son cuantiosas porque los votantes de la Alianza por la Seguridad PRI-PAN-PRD fueron muchos y Manolo ha vencido porque ha convencido, como en las otras elecciones donde ha salido avante y, hay que decirlo, ha cumplido. Su abuelo, Luis Horacio Salinas Aguilera ha de estar muy feliz en el más allá.
Obvia decir que para Salinas el domingo pasado hubiera sido uno de los días más felices de su vida, con la investidura de su nieto Manolo como gobernador de Coahuila.
Este columnista no conoció a Luis Horacio. Sólo una vez recibió una llamada de tan destacado personaje para cumplimentar un artículo del suscrito publicado en este espacio. Sabemos que fue una figura influyente en la vida política, social y económica del estado de Coahuila.
De su nieto, el gobernador Manolo Jiménez Salinas, podemos decir que ha sido el mejor de sus alumnos y que en cierta forma conformaron una especie de «vidas paralelas» como en el libro de Plutarco, la vida comparada de notables personajes, aunque en el caso de Luis Horacio y Manolo, en el tema de la política, el alumno superó al maestro.
Qué feliz ha de estar por eso Luis Horacio Salinas Aguilera, el modelo que siguió Manolo, su nieto, su alumno, del que ahora, todos esperamos, nunca lo defraudará.
Queremos suponer que Luis Horacio leyó Vidas Paralelas, de Plutarco, por recomendación de don Óscar Flores Tapia, pues ambos sabían que ese era el libro favorito de don Venustiano Carranza. El fundador de los periódicos, El Buitre, la gaceta estudiantil de la Narro, de Criterios y de El Diario de Coahuila, debió haberse inspirado en el historiador griego para la formación de su nieto, así como Plutarco llevó una estrecha relación con su abuelo materno.
Resulta paralelo que Luis Horacio y Manolo hayan nacido ambos en un mes de junio, con pocos días de diferencia en el día de su cumpleaños. Ambos fueron líderes estudiantiles, presidentes de la sociedad de alumnos en sus carreras universitarias y ambos se graduaron de ingenieros.
Asimismo, las vidas de abuelo y nieto son paralelas en su inquebrantable fidelidad al Partido Revolucionario Institucional (PRI), partido político del que ambos fueron presidentes. De igual forma ambos fueron diputados del PRI, secretarios de Estado, Luis Horacio de Desarrollo Rural y Manolo de Desarrollo Social. Y ambos fueron también alcaldes de Saltillo, aunque Manolo en dos ocasiones.
Vidas paralelas lo son, además, abuelo y nieto en su vida privada como exitosos empresarios. Del mismo modo, en su vocación altruista presidiendo varias ONG de servicio social, Luis Horacio con Navidad en el Campo, y Manolo en el Consejo Estudiantil de Filantropía del ITESM y con Saltillo para Bien. Ambos distinguidos con medallas al mérito ciudadano.
Hoy la influencia de esas vidas paralelas es de vital trascendencia para los coahuilenses. Un poder político que es indiferente a los valores morales pierde autoridad para oponerse a la injusticia, la corrupción y los abusos de su burocracia. El gobernador Manolo Jiménez Salinas deberá honrar la memoria de Luis Horacio Salinas Aguilera y nunca defraudar a sus padres, su esposa y sus hijos.
¡Enhorabuena!