Vigentes los «alumnos del profe»

Hablar de la hegemonía que aún está en el estado por parte del PRI y que pretende perpetuarse el próximo año, queramos o no, tiene una insignia muy fuerte de los hermanos Moreira, desde Miguel Ángel Riquelme, Miguel Mery, Shamir Fernández, Verónica Martínez, Jericó Abramo, Eduardo Olmos y, para tener un plus, se encuentra Álvaro Moreira, algunos de ellos partícipes de la aprobación de la mega deuda. Todos con algún cargo público, por «merecimiento, capacidad» o favor político, se ha seguido al pie de la letra la misión encomendada, que Coahuila figure como el bastión electoral del tricolor con más fuerza a nivel nacional, ya que el partido presenta una crisis nacional, y deben de reagruparse para poder frenar a Morena, y que no siga ganando territorio.

La enseñanza fue tan precisa que, como bien dicen, el alumno supera al maestro, y eso está por ponerse a prueba.

El gobernaodr coahuilense tiene como su mejor carta a Manolo Jiménez, exalcalde de la capital, y dentro del clan Moreira deben apoyar esta decisión, ya que garantiza muchas cosas para el estado y, claro, a nivel nacional, la generación debe ser fuerte y mantenerse porque el alumno «estrella» fue Miguel Riquelme, y hoy replica lo aprendido e incluso pudiera aspirar a buscar una posición a nivel nacional dentro del tricolor, como en su momento lo hizo Humberto Moreira.

Este estado se juega el próximo año más que una gubernatura. Apuesta a tener un respiro de solidez nacional y de hegemonía estatal, mismo que les pueda dar la certeza de hacer competencia en las elecciones federales en 2024, donde todo parece indicar que Morena volvería a triunfar.

La tarea no es fácil en Coahuila y «los profes» lo saben.

Por otra parte, en el estado ya se exige y se sueña con vivir la alternancia, ofrece mucho y parece ser que el electorado pudiera dar un voto de confianza, si tan solo el 10% de los que se abstienen a votar acuden a las urnas y votan contra el PRI, se estaría contrarrestando el efecto del voto duro, «acarreados» que tienen seguros en su gente.

El tiempo da la razón a quienes piensan que los errores presentes y pasados deben pagarse. No estamos creciendo como se debiera, la economía va a ritmo lento y lejos de culpar la pandemia o la austeridad hay responsabilidad en el estado, la generación del profe pudiera enfrentarse a trabajar con alternancia y a los que aun estén vigentes se les pueden pedir cuentas.

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