Manolo y la alianza por la seguridad

Las ciudades más seguras de México son un remanso de paz y de tranquilidad, sin la angustia del peligro constante de perder a un hijo, de sufrir por la violación de la niña, la esposa o la desaparición de la madre, el padre o la masacre de cada día, de cada noche, de todos los días del año. El tableteo de las metralletas es el sonido más aterrador que la gente de bien puede escuchar y que es una realidad en muchas de las ciudades de este País. Y eso, hay que decirlo fuerte y claro, no es lo que sucede en Coahuila, un hecho que se debe reconocer a sus Gobiernos y su compromiso con la sociedad.

Las ciudades más seguras de México son: San Pedro Garza García, Nuevo León, con su alcalde independiente, Miguel Treviño de Hoyos; alcaldía Benito Juárez de la CDMX y su titular del PAN, Santiago Taboada Cortina; Tampico, Tamaulipas, con su alcalde panista, Jesús Nader Nasrallah; Piedras Negras, Coahuila, y su alcaldesa del PRI, Norma Treviño Galindo, al frente de la frontera más segura de México; Saltillo, Coahuila, con su alcalde priista, José María Fraustro Siller, al frente de la capital con más seguridad y con el mayor crecimiento económico del país.

Y esas ciudades, que son ejemplo de civilización, armonía y paz social, contrastan con las ciudades más violentas de México y que, desgraciadamente, están hoy catalogadas como las ciudades más violentas del mundo, tan violentas que hasta en el mismo infierno teme que el averno se mexicanice: Fresnillo, Zacatecas, y su alcalde de Morena-PT, Saúl Monreal; Zacatecas capital y su alcalde de Morena-PT, Jorge Miranda; Ciudad Obregón, Sonora, con su alcalde de Morena, Javier Lamarque; Tijuana, Baja California, y su alcaldesa de Morena-PT, Montserrat Caballero; Celaya, Guanajuato, con su alcalde del PAN, Javier Mendoza; Uruapan, Michoacán, con el de Morena, Ignacio Campos. Ciudad Juárez, Chihuahua, con su alcalde de Morena, Cruz Pérez Cuéllar; Acapulco, Guerrero, con su alcaldesa de Morena, Adelina López.

Y es que no hay otra explicación de por qué esos municipios se han convertido en las ciudades más violentas del mundo, más que sus malos Gobiernos de Morena-PT-PVEM que han adoptado como estrategia de seguridad el risible sistema de los «Abrazos, no balazos», como si los desalmados asesinos merecieran esos abrazos del enloquecido presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Y cuáles son los estados más violentos y peligrosos de México? Pues los últimos que ha ganado Morena y la fallida Cuarta Transformación: Colima, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas, Guerrero, Nayarit, Michoacán, Baja California y lo sería (que conste que es pospretérito) Coahuila en el caso de que Morena o el PT ganaran la elección estatal con personajes oblicuos, que son Ricardo Mejía Berdeja y Armando Guadiana Tijerina. Y que conste que el pospretérito «sería» no es tiempo futuro como el «será gobernador», porque el futuro de Coahuila está con Manolo Jiménez Salinas, nuestro próximo gobernador.

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