Lo que no se puede decir

Se puede decir… que AMLO y Slim tienen sus «roces».

Pero no se puede decir… que lo hacen «cuidadosamente». Ambos saben lo que son, lo que tienen y su poderosa fuerza, y todo lo que se digan mutuamente, será con estilo, cautela y cuidadosamente, y nunca con el fin de agredirse, herirse o dañarse, además, a ninguno de los dos le conviene dar un paso sin pensar, razonar o sobre las rodillas, de que tarde o temprano tengan  que arrepentirse, sobre todo porque ambos están acostumbrados a ganar y nunca a perder, y díganse lo que se digan, bien o mal, llamará poderosamente la atención, ya que dos aleznas «no» se  pican.

Se puede decir… que sigue corriendo la «sangre».

Pero no se puede decir… que parecen «ríos». Al ser rebasados los servicios de seguridad que se establecieron para que fuera estabilizada y confirmada la paz, la tranquilidad y armonía en todo el territorio nacional, y según se ha estado viendo y manifestando todo lo contrario, ya que a diario, todos los medios no se dan abasto en sus espacios de noticias rojas, al dar a conocer los numerosos hechos de sangre que se suscitan en plena luz del día y de la noche, burlando a ciencia y paciencia a las autoridades de los tres niveles de Gobierno que dan la impresión de que «no» existen.

Se puede decir… que Joe Biden ya «chochea».

Pero no se puede decir… que los años le están «pesando». Según los que saben y conocen del estado cognitivo del presidente más poderoso del mundo, la memoria le comienza a fallar, y confunde a las personas, como le acaba de suceder al referirse al presidente de Egipto y lo cambió por AMLO, en una conferencia con periodistas, que no pudieron disimular reírse de él, suceso este que le dio la vuelta al mundo, o sea, que se le dificulta razonar, memorizar, y comprender, es más, sus gobernados, empiezan a dudar que tenga la suficiente «capacidad» para reelegirse.

Se puede decir… que no hay quinto «malo».

Pero no se puede decir… que nuestra moneda sigue arriba y «adelante». La divisa mexicana, para dicha y felicidad de los mexicanos, es considerada como la quinta moneda con ganancias consecutivas en las dos semanas recientes pasadas, no obstante que la mayoría de divisas perdieron, el peso mexicano, por el contrario, se fortaleció, y en estos momentos le va pisando los talones al dólar, las coronas noruega y sueca, siendo el factor básico de esa estabilidad de nuestra moneda que el Banxico ha mantenido la tasa de «interés» estática.

Se puede decir… que AMLO maneja a su antojo a «Claudia».

Pero no se puede decir… que eso se ve a «leguas». Mientras viva don Andrés Manuel, ella seguirá haciendo lo que él diga, y más aún, si llega a ser presidenta de México, seguirá gobernando detrás del trono, o sea, que sin temor a equivocarme, jamás de los jamases, Claudia Sheinbaum llegará a ser autónoma, a menos que se llegue a cansar y se faje las faldas y se decida de una vez por todas y se desligue del señor, pero bueno, me estoy adelantando demasiado a los hechos, y figurándome una película ya vista desde el Maximato, que quiérase o no, está latente «hoy» por hoy.

Se puede decir… que gobernar es «complejo».

Pero no se puede decir… que todos los expresidentes han quedado «mal». Cuando aspiran a gobernar, hacen toda clase de promesas, pero una vez que llegan al hueso ambicionado, quedan en evidencia, y todo aquello que prometieron antes y después, resulta que la mayoría de las palabras que vertieron desaparecieron, porque se las llevó el viento, ya que resultaron unos reverendos mentirosos, quedando su imagen presidencial, sobre todo la personal, manchada de por vida, así, al parecer, AMLO no será la excepción, al estar faltando «hablar» con veracidad.

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